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De los 24 cuadros, todos son oleos sobre conglomerado excepto 2 oleos sobre pressboard. Todos se encuentran enmarcados y montados de forma profesional y en buenas condiciones, teniendo 23 años de antigüedad. Comprendo muy bien que la obra debe estar sola (ser independiente, hablar por si misma) y que yo, como su pintor, tanto el del pasado como el del futuro, tengo poca importancia. Cualquiera que esté interesado en mis pinturas puede leer mi mas bien larga historia. En ese caso, la historia y el trabajo van juntos.

Nací en Oakland, en 1951, y crecí en la zona de la bahía de San Francisco, California.

Año 1973:

A los 22 años, tuve la suerte de disfrutar de la experiencia de un año de viaje con mochila por Europa, visitando 14 países y pasando 4 meses en España. Hasta que punto me influyeron el Vaticano, el Prado y el Louvre, lo pueden decir mejor mis pinturas. Eso fue lo que me inspiró para ser un artista. Todo el trabajo que he intentado hacer tiene que ver con la pintura al oleo clásica europea.

Año 1976:

En ese año compré mi primer lienzo y mis primeras pinturas y empecé a pintar paisajes locales, pronto impregnado de pensamientos de pintar en Europa. Pasé un año ahorrando dinero, haciendo los preparativos para mi segunda aventura, esta vez con pintura y pinceles.

Septiembre de 1977:

A la edad de 26, salí de San Francisco, al cabo de una semana estaba instalado en la pensión “Can Olivar” en Deià, Mallorca,. Que poco podía imaginar que había aterrizado en un nido de avispas de creatividad,. Robert Graves estaba en sus últimos años de independencia, siendo el máximo responsable de la presencia de intelectuales y de una completa gama de escritores, pintores y músicos, algunos de ellos influyentes, que estaban siempre yendo y viniendo a Deià. Había un buen ambiente de éxito, todo el mundo sentía la necesidad de crear algo. Yo era demasiado inexperto para hacer una gran obra de arte. Pero tuve mucha inspiración y mis primeras ventas. Fue la influencia de Mati Klarwein la que me llevó de los paisajes al surrealismo. En Mati encontré mi ideal. Quería vivir y pintar como él.

Octubre 1979:

De vuelta en California, empece a trabajar en la construcción y pasé 2 años pintando casas. Durante el segundo año conseguí ahorrar lo suficiente para otro viaje a Deià. Las 8 pinturas que logré completar, eran todas sobre madera (conglomerado), y cuadradas como las de Mati. Pintar objetos lo mas reales que fuera posible, pero sin miedo a volar con la imaginación.

Septiembre 1981:

Regreso para mi segunda estancia de 2 años en Deià y Sóller, con una energía que no había tenido nunca hasta entonces, se me acusaba de trabajar demasiado duro. La primera serie invernal de 23 arboles fue un gran éxito. Lo vendí todos en un año, la gente me pedía mas.

Mayo 1982:

Ayuntamiento de Deià

Vendidos 11 de 23

Septiembre 1982:

Hotel Es Molí, Deià

Vendidos 5 de 12

Julio 1983:

La Caixa, Sóller

Vendidos 7 de 24

Septiembre 1983

Galeria Max, Deià

Vendidos 8 de 15

Vendí 33 de las 38 pinturas que se exhibieron en las 4 exposiciones. Las otras 4 fueron conmigo a California. Junto a todo ello me llegó una sensación de éxito, pero también la posibilidad de vivir como artista en Mallorca. La pregunta importante que me hacía era: ¿Puedo llevar un pintura al óleo europea a la sociedad del póster californiana? Estaba decidido a intentarlo. Dejé Mallorca con la sensación de que no iba a volver a verla durante mucho tiempo, si es que volvía alguna vez.

Octubre de 1983:

A mi llegada a California, empezó el negocio de pintura de casas: Pagado al contado, completo, con furgoneta, escaleras y pulverizador.

Necesitaba encontrar una comunidad de artistas como la de Deià en California. La encontré en Sebastopol, una población de 5000 habitantes en la región vinicultora de Sanoma, California. Aun con todo lo que necesitaba para pagar el alquiler, el transporte y la comida, de algún modo siempre encontraba la manera de pasarme 3 o 4 meses al año dedicados a pintar mis cuadros.

Mi actitud durante ese periodo fue muy buena. No hacer nada para vender, hacerlo porque tenía un significado para mi. Hacer lo que quería, pero hacerlo bien y pasarlo bien. Cambié la madera por el Masonite y empezaron la proyección de fotografías, los modelos de madera y plástico, y el uso de las técnicas de veladura, (capas transparentes superpuestas) de Maxfield Parrish, quien usaba el yeso blanco para crear luz. Utilizar los oleos como acuarelas, dándole a la pintura mucha luz y puede convertirse en mágico.

Me uní a un grupo de artistas, dibujando modelos una vez por semana, y encontré a alguna gente buena en arte, pero las pocas galerías que había no querían ni hablar ni mirar los cuadros. A la edad de 38, sin relaciones serias ni responsabilidades, no sabía si debía continuar o si Europa me ofrecía una vida mejor. Después de 6 años, habiendo completado 17 pinturas, me decidí por Mallorca. Si fracasaba como artista siempre podía volver a los Estados Unidos y empezar una nueva vida. Y así llegó otro año de preparativos.

Abril de 1990:

Regreso a Deià. La noche de mi llegada había una exposición en la galería Max. ¡Estaba tan contento de ver otra vez las mismas caras después de 6 años!

El mundo se movía tan rápido y allí nada había cambiado.

Alquilé una habitación, preparé mi Masonite, me compré un proyector y empecé a pintar paisajes. En Octubre, con solo 4.000 pesetas en el bolsillo y la llave de una casa en Fornalutx, terminé 6 cuadros para una exposición en La Residencia de Deià. Un mes antes de la exposición, no tenia dinero, estaba en las peores condiciones físicas de mi vida. ¡Van Gogh, no! Nunca volvería a pasar por una situación así. De las 6 pinturas expuestas se vendieron 4.

En la primavera del 91, vendí mi primer cuadro de gran tamaño por 300.000 pesetas. Fue robado en el hotel al cabo de dos años. Hice otra exposición en La Residencia en Noviembre del 92, compartida con una amigo que hacia cerámica. No vendí ninguna de las 5 pintura que exhibía. Nunca volvería a compartir una exposición con nadie, no mas hoteles, bancos ni Ayuntamientos. Iba a exhibir en una galería de verdad, con un buen espacio y luz.

Empecé a pintar persianas e interiores en Fornalutx. Cuando visitaba a mi familia en California cada 2 años, volvía con la mayor cantidad de dolares que podía. Como en la época de Sonoma, la independencia económica me permitió crear pinturas al oleo superiores.

Y así fueron pasando los años, siempre con algún cuadro en marcha, pero ganándome la vida cuando tenía la posibilidad de trabajar para la gente local. Si dejaba las pinturas en el frigorífico, podía irme a pasar un par de meses a California y volver a la misma pintura a mi regreso. Disfruté haciendo 3 cuadros grandes, de mas de 120X120 cm, pero el progreso de la pintura se volvió aun mas detallado y largo de completar.

El ejemplo mas reciente de la dirección que había tomado es el cuadro “Fornalutx” . El 35% de la composición es imaginario y tiene 6 proyecciones de diapositivas diferentes.

Utilicé 26 caros pinceles 4-0, empleando un tiempo estimado de entre 2500 y 3000 horas de pintura, tardando un total de 2 años y medio en completarlo. Incluso, teniendo en cuenta el dinero que tenía que ganar para vivir y los 2 viajes que hice a California mientras lo pintaba. ¡Menudo sacrificio! Es el trabajo de una exagerada, si no fanática insistencia en el detalle.

2014

Compré una casa en Biniaraix, a un kilómetro del cuadro "Landed". Tengo las mejores vistas del "Barranc", el mejor paisaje de Mallorca.